¿Y si mi ataque de ansiedad no fuera nada más que una reacción humana normal ante la vida, porque la presión que vivo, que pienso y que siento son demasiado para mi capacidad? ¿Quién decide lo que es “normal” y lo que es “grave” o medicable?
¿Y si sólo es una respuesta de mi cuerpo, que me está gritando que pare y descanse?
Diciéndome que quizá se me ha olvidado sentir y parar.
Quizá tan sólo sea eso…
¿Qué debo hacer si tengo un ataque de ansiedad?
Primero, parar y respirar.
Darte cuenta y respirar
Sentarte y respirar.
Cuanto más te asustas, más se dispara tu ritmo cardíaco, así que tan sólo haz lo contrario de lo que tu mente te dice, no va a pasarte nada. Respira profundo y conecta con tus sensaciones corporales: la vista, el olfato, el oído, el tacto…
Ve a cámara lenta como si de una película se tratase, observando cada inhalación y cada exhalación.
Cuando se vaya aminorando la sensación de angustia, toma la firme decisión de hacer cambios en tu vida.
No tienes que ser una máquina.
No hay ningún lugar a donde ir.
Nada hay más importante que tú.
Sólo tienes que gestionar mejor lo que te está sucediendo.
Observa en qué facetas de tu vida estás ya en números rojos.
La ansiedad es un mensajero que te está avisando de algo importante: que te toca quererte y cuidarte más.
… Tú estás en el aquí y ahora, mientras que tu mente está en el futuro.
Esto crea una brecha de ansiedad. Y si te has identificado con tu mente y has perdido el poder y la simplicidad del ahora, esa brecha de ansiedad será tu constante compañera.
Siempre puedes afrontar el momento presente, pero no puedes afrontar algo que sólo es una proyección mental;
no puedes afrontar el futuro…”
Eckhart Tolle
Así que en caso de haber pasado un ataque de ansiedad, piensa en cómo no dejarte llevar por la presión interna o externa y plantéate regalarte un reset, un retiro para estar contigo, descansar y aprender técnicas saludables que te ayuden a relajarte.
Un curso de autoestima de Reiki o gestión del estrés, yoga, caminar descalza.., lo que sea
que te ayude a salir de esa tensión en la que vives.
Te esperamos cuando lo necesites en La Casa de Marina.
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